El presidente del COGITI, José Antonio Galdón Ruiz, Juan José Cruz (responsable de la Mesa de Educación de la institución) y la presidenta de la Plataforma Estatal de Asociaciones del Profesorado de Tecnología (PEAPT), Ester Micó Amigo, han mantenido una reunión para coordinar las actuaciones que llevarán a cabo para concienciar sobre la importancia de la Tecnología dentro del currículo educativo.

El COGITI se une así a las reivindicaciones que desde hace varios años realiza la Plataforma Estatal de Asociaciones del Profesorado de Tecnología (PEAPT), en defensa de la Educación Tecnológica.

Estas reivindicaciones están motivadas en el hecho de que llevamos varios años en los que las diferentes disposiciones y regulaciones que afectan a la ESO y el Bachillerato están reduciendo de forma sistemática tanto el peso específico como la troncalidad de las materias tecnológicas; una situación que preocupa a ambas instituciones, como ya han trasladado en varias ocasiones al Ministerio de Educación. Además, el pasado 9 de marzo, la PEAPT entregó al presidente del COGITI el Manifiesto de "Aportaciones de la PEAPT por el Pacto de Estado Social y Político por la Educación. Por una educación tecnológica en la ESO y el Bachillerato".

Una de las piedras angulares del manifiesto es la necesidad de establecer un Pacto de Estado social y político por la Educación, como base de las reformas que necesita nuestro país. Por ello, defienden la "aprobación de un Pacto Nacional por la Educación que garantice un sistema educativo de calidad para todos, donde la presencia de la tecnología sea relevante", ya que "el verdadero reto consiste en reflexionar y consensuar un nuevo modelo educativo, en sintonía con la revolución tecnológica actual, en el que participe la comunidad educativa en su conjunto".

Para el COGITI y la PEAPT es fundamental la defensa y el fomento de la asignatura de Tecnología por diversos motivos: aporta los conocimientos y la praxis del "pensamiento en acción", propio de las Ingenierías; favorece la adquisición de cultura en ciencia y tecnología, desarrolla el ingenio y la creatividad, e integra los conocimientos y habilidades entre materias afines, el denominado STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas); ayuda a paliar barreras de género, integrando a las alumnas y alumnos en el desempeño de actividades técnicas, tradicionalmente relegadas al ámbito masculino; y orienta y prepara a los alumnos en su continuidad formativa hacia los estudios de Ingeniería.

Necesidades del mercado laboral

A todo ello hay que sumar las necesidades que el mercado laboral está generando en la actualidad, y que requiere cada vez más profesionales cualificados en los ámbitos de la Tecnología. "Ante esta situación, entendemos que se debe realizar un esfuerzo extra, para que el sistema educativo propicie y fomente esta asignatura en aras de cubrir las necesidades laborales presentes y futuras", señala José Antonio Galdón, presidente del COGITI.

En efecto, las Ingenierías son las titulaciones universitarias más demandadas y valoradas por el tejido industrial; y precisamente la Tecnología trata de forma exclusiva bloques contenidos en la robótica, neumática, electrónica y automática industrial, entre otros, que encabezan la lista de las Ingenierías con mayor empleabilidad.

Por todo ello, la PEAPT solicita además, en su manifiesto, que el alumnado de 4º de la ESO pueda optar por la asignatura de Tecnología independientemente de las vías formativas que se planteen. "No podemos asociar única y exclusivamente la Tecnología en este cuso a la Formación Profesional, obviando su carácter propedéutico para el Bachillerato de Ciencia y Tecnología, como enseñanza preparatoria para determinados estudios", señalan. Además, consideran que debe hacerse una apuesta clara, decidida y definitiva por ofrecer un verdadero Bachillerato de Ciencia y Tecnología. Para ello, consideran que es imprescindible la presencia de una materia de Tecnología troncal en ambos cursos de Bachillerato, y que sea la referencia para los alumnos que estén interesados en cursar posteriormente estudios de Ingeniería, Arquitectura o Ciclos Formativos de Grado Superior, siempre vinculados al campo de los estudios politécnicos.

El área de Tecnología, por lo tanto, es uno de los pilares que debe sustentar la nueva reforma educativa del siglo XXI, para fomentar las vocaciones técnicas y tecnológicas de los jóvenes desde edades muy tempranas, tal y como ha trasladado la PEAPT al COGITI.